La derechohabiente asegura que con paciencia y constancia se puede vencer la enfermedad; acudir y apegarse a sus tratamientos en la Clínica de Mama Coacalco y en el Hospital General de “La Raza”, le permitieron que su estado de salud sea óptimo.

Martha espera pronto “tocar la campana” y superar la enfermedad de manera definitiva.

Con paciencia y constancia médica, Martha “N”, derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Estado de México Oriente, compartió que ha luchado desde el 2019 con el tumor maligno que la llevó a que le extirparan la totalidad del seno derecho.

Manifestó que cinco años de tratamiento de quimioterapias, radioterapias, exámenes clínicos, mastografías, ultrasonido y medicación, le permiten que su estado de salud sea óptimo y continúe laborando como Jefa de Recibo de Proveedores en una tienda de conveniencia.

La paciente de 61 años recordó que antes del diagnóstico, los síntomas que la pusieron en alerta fue el exceso de cansancio y debilidad, señales que asociaba con diabetes e hipertensión que por años he padecido, “pero al acudir a mi Unidad de Medicina Familiar, el doctor me canalizó a la Clínica de Mama donde me hicieron una mastografía y posteriormente en mi unidad médica realizaron la biopsia que dio positiva”.

Aseguró que desde el momento en que le comunicaron que tenía cáncer de mama, en lugar de tomar con tristeza la noticia y decaer anímicamente, “me fui a trabajar a la empresa donde llevo 24 años laborando de manera interrumpida y al llegar a mi casa se lo comunique a mi pareja que me dio su total respaldo y aliento. Tengo tres hijas, de 42, 40 y 32 años, y ellas se solidarizaron y me ofrecieron su apoyo y comprensión”.

Martha comentó que gracias al cumplimiento total del procedimiento su estado de salud es óptimo. “Estoy muy al pendiente de mis revisiones periódicas, exámenes y de los medicamentos que tengo que tomar para evitar se desarrolle un carcinoma. Tengo la esperanza de que pronto me permitan tocar la campanita en el Hospital de “La Raza”, que notifica la erradicación total”.

En el transcurso de los cinco años de tratamiento y erradicación del cáncer de mama, Martha ha visto muchas mujeres que abandonan su proceso clínico y médico y decaen anímicamente. “Mi consejo es que sean persistentes en la lucha, que escuchen las experiencias de otras mujeres, que mucho les hemos de aportar. Que se dejen ayudar y, lo más importante, que sus seres queridos las arropen, las alienten, las acompañen y les den todo el apoyo, para que salgan adelante”.